1.982.-Villarrodrigo. Trabajo escolar de historia local.
Villarrodrigo es municipio y villa de la provincia de Jaén, su distancia a la capital es de 171 kilómetros, es el más alejado de ella en la parte nororiental. Su término se extiende desde la Sierra de Alcaraz hasta la margen izquierda del río Guadalmena donde viene a su fin la parte oriental de Sierra Morena. Aquí termina la Cordillera Penibética con la Sierra de Segura y la Sierra de Alcaraz y viene a terminar entre ambas la Cordillera Mariánica.
Esta villa ha pertenecido al Reino de Murcia hasta la última división administrativa de 1.833 que pasó a la provincia de Jaén. Por esta razón su historia ha quedado olvidada para los historiadores provinciales, únicamente existen algunas reseñas de los historiadores murcianos.
La prehistoria ha dejado algunas huellas en su término, proliferan hachas de piedra y también puntas de lanzas de piedra y monumentos megalíticos.
Como huellas íbero-fenicias se destaca el yacimiento de la Piedra de la Ermita o Piedra de la Virgen, lugar que tendrá gran importancia en la pequeña historia de este pueblo. Este monte está situado estratégicamente al borde de la meseta castellana, dominando el Campo de Montiel y los primeros valles de la Sierra de Segura. En este lugar prolifera la cerámica con dibujos geométricos en rojo y en negro, y las bolas de ámbar, se han encontrado también algunas monedas, ruedas de molino ibéricas y una lanza (solitarium).
Los íberos nos dejaron el León de Ballonas, estatua de piedra de un león que tiene entre sus patas delanteras una cabeza humana. Esta escultura se encuentra en el Museo Arqueológico de Albacete con el título de “León ibérico de Bienservida”, ya que esta villa se encuentra a muy poca distancia de Ballonas.
Villarrodrigo es municipio y villa de la provincia de Jaén, su distancia a la capital es de 171 kilómetros, es el más alejado de ella en la parte nororiental. Su término se extiende desde la Sierra de Alcaraz hasta la margen izquierda del río Guadalmena donde viene a su fin la parte oriental de Sierra Morena. Aquí termina la Cordillera Penibética con la Sierra de Segura y la Sierra de Alcaraz y viene a terminar entre ambas la Cordillera Mariánica.
Esta villa ha pertenecido al Reino de Murcia hasta la última división administrativa de 1.833 que pasó a la provincia de Jaén. Por esta razón su historia ha quedado olvidada para los historiadores provinciales, únicamente existen algunas reseñas de los historiadores murcianos.
La prehistoria ha dejado algunas huellas en su término, proliferan hachas de piedra y también puntas de lanzas de piedra y monumentos megalíticos.
Como huellas íbero-fenicias se destaca el yacimiento de la Piedra de la Ermita o Piedra de la Virgen, lugar que tendrá gran importancia en la pequeña historia de este pueblo. Este monte está situado estratégicamente al borde de la meseta castellana, dominando el Campo de Montiel y los primeros valles de la Sierra de Segura. En este lugar prolifera la cerámica con dibujos geométricos en rojo y en negro, y las bolas de ámbar, se han encontrado también algunas monedas, ruedas de molino ibéricas y una lanza (solitarium).
Los íberos nos dejaron el León de Ballonas, estatua de piedra de un león que tiene entre sus patas delanteras una cabeza humana. Esta escultura se encuentra en el Museo Arqueológico de Albacete con el título de “León ibérico de Bienservida”, ya que esta villa se encuentra a muy poca distancia de Ballonas.
El paso de los romanos dejó numerosas huellas: villas romanas, como la de los Villares, Carrizales, Llavajos y las Mangadas donde se encontró una tumba paleocristiana, el puente romano de la Hondonera y sobre todo el llamado Cementerio Romano situado a 1 kilómetro de la villa en el llamado camino de las Higuericas. Este ha sido estudiado por la Universidad de Sevilla y lo han catalogado como una especie de capilla con veinte o treinta inscripciones que son alabanzas a dioses romanos de la zona levantina por la muerte de las personas allí enterradas. Podría ser las tumbas de alguna villa romana cercana o la de los militares romanos que participaron en la batalla de Munda entre romanos y cartagineses que se produjo en esta zona, hasta podría ser la tumba camuflada del propio general romano que murió en la batalla.
En El Villar existen los restos de una ciudad romana que ha sido identificada como Paternina, y justo en el límite con la provincia de Albacete en el lugar denominado la Junta de los ríos se encontraba el castillo y la ciudad de Al-Turrus cuya denominación pasaría después a Turruchel.
Con la dominación árabe el término se encontraba situado justo en el límite del reino de Tudmir o del Conde Teodomiro con lo que su arabización se produciría en el siglo IX con la conquista de este reino visigodo.
Los árabes dejaron en la propia villa sus defensas y una mezquita orientada hacia La Meca. Las defensas entregadas a la Orden de Santiago fueron posteriormente donadas al Concejo del lugar, el cual las reconstruyó con una torre de tres bóvedas y unas murallas a su alrededor. La mezquita fue reconstruida y convertida en iglesia con un campanario de sillería.
Las primeras incursiones para la reconquista de este territorio las realizan los alcazareños y el Arzobispo Jiménez de Rada que tras la batalla de las Navas de Tolosa (1.212) y la conquista de Alcaraz realizaban incursiones de carácter fronterizo en los primeros pueblos de la Sierra de Segura. Pero la reconquista definitiva de la Sierra de Segura la realiza la Orden de Santiago hacia 1.235, encontrándonos en el término con tres lugares a repoblar: las Vallonas, Alganchez y Albaladejo que sería más tarde Villarrodrigo.
El lugar de Alganchez, que después sería denominado Albanchez, estaba situado en la Piedra de la Ermita. Su castillo fue donado a la Orden de Santiago junto con la villa de Segura. En este lugar los santiaguistas construyeron una iglesia dedicada a Santa María muy frecuentada por los Comendadores de Segura, ya que los tres lugares tras su reconquista pasaron a pertenecer a la Encomienda de Segura de la Sierra dentro del reino de Murcia. Este lugar de Albanchez sería el primer pueblo en desaparecer, quedando únicamente la iglesia en ermita de Santa María de Albanchez.
Este lugar se encontraba a media distancia entre Villarrodrigo y el Castillo de Torres de Segura, llamado también en un principio Torres de la Frontera. Los habitantes de Albanchez, ante las dificultades para abastecerse de aguas, decidieron trasladarse a un lugar mejor abastecido por debajo del Castillo de Torres y a este nuevo lugar le llamaron Torres de Albanchez.
Las Ballonas se encontraban en el límite del territorio de la ciudad de Alcaraz y a un tiro de arcabuz de distancia de la villa de Bienservida. Los Comendadores de la Orden de Santiago pusieron un gran interés en repoblar este lugar y se mantuvo hasta el siglo XVIII con muy pocos vecinos (entre 20 y 30). Su iglesia dedicada a San Andrés desapareció llevándose muchas de sus pertenencias a la iglesia de Villarrodrigo. Más tarde un nuevo lugar apareció en el término con el nombre de Onsares situado en el llamado Vall de Fonsares (lugar de abundante agua) que se transformaría en el Valle de Onsares por donde pasa el río del mismo nombre afluente del Guadalimar, en este lugar se erigió una ermita donde se llevó una imagen que en Villarrodrigo se conocía como Virgen de Ballonas la cual se conoce actualmente como Virgen de Onsares.
También en el siglo XVIII desapareció la Ermita de Santa María del lugar de Albanchez pasando a ser esta imagen la patrona de Villarrodrigo con el nombre de Virgen de Albanchez.
Albaladejo: también repoblado por la Orden de Santiago llegó a ser el lugar más poblado de la encomienda en el siglo XV. A principios del siglo XV una casa de labor situada cerca de la Encomienda de Montiel denominada Alcaría de Albaladejo fue repoblada por los santiaguistas de Segura de la Sierra pasando a ser el lugar de Albaladejo de los Frailes. Ante estos dos Albaladejos, Villarrodrigo es citado en esta época como Albaladejo de la Sierra. La palabra Albaladejo de origen árabe procede de “Al-balad” que significa el pueblo y al que se le añadió el diminutivo romanceado “ejo” con lo cual su significado viene a ser “pueblecito”.
Tras la llegada de Don Rodrigo Manrique a la Encomienda de Segura algunos pueblos de la zona cambiaron su denominación: La Matilla pasó a ser Bienservida, El Pozo paso a ser Villapalacios, Belmontejo pasó a ser Villa Manrique y Albaladejo pasó a ser Villa Rodrigo en honor del comendador y Maestre de Santiago.
Villarrodrigo tuvo su pequeña historia en las guerras de las Comunidades (1518-1521). Algunos pueblos y lugares de la comarca se levantaron a favor de las comunidades y Villarrodrigo se eligió cabecilla del levantamiento, frente a Beas de Segura y Segura de la Sierra evidentemente realistas. Fue elegido capitán Pedro de Ballesteros, el cual fue hecho prisionero por un ejercito procedente de Beas de Segura que llegó a Villarrodrigo para aplastar la sublevación. El capitán fue trasladado a La Puerta de Segura y condenado a muerte por el Bachiller Alcalá. Al enterarse de la noticia sus compañeros y familiares fueron a la fortaleza de La Puerta de Segura donde estaba hecho prisionero y aprovechando la noche asaltaron la fortaleza y mataron al Bachiller liberando al capitán comunero. Estos fueron hechos prisioneros, a dos de ellos les cortaron la cabeza y las colgaron en la fortaleza para escarmiento.
Después el capitán y algunos de sus compañeros fueron hechos prisioneros por el capitán de Segura de la Sierra que se llamaba Pedro Bellón cuando huían hacia Murcia. El capitán fue ajusticiado en Segura y sus compañeros fueron azotados. Más tarde el rey Carlos I perdonaría mediante cédula real a los vecinos de Villarrodrigo que se habían levantado en comunidad.
A partir del siglo XVI y hasta finales del siglo XVIII Villarrodrigo fue sede de la Vicaría Eclesiástica con jurisdicción sobre Ballonas, Génave y Torres de Albanchez siendo las otras dos vicarías de la encomienda, la de Beas de Segura y la de Segura de la Sierra.
Cuentan por el pueblo que en la guerra de la Independencia el ejército napoleónico llegó a Villarrodrigo y un vecino labrador, reja en mano, atacó a los franceses muriendo en su empeño, y en su honor existe una calle llamada calle Olivas.
Colegio Salesianos de Úbeda. 1.982
Juan Marín Ruiz
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