1498-09-16.- Un paseo por Villa Rodrigo.
El 16 de septiembre de 1.498 los visitadores
santiaguistas Rodrigo Dávalos, comendador de Montealegre y Pedro de Morales,
cura de Valdiacete, llegaron a Villarrodrigo que entonces pertenecía al señorío
santiaguista de la Encomienda de Segura de la Sierra, en el reino de Murcia.
- Visitadores y escribano.
Esta
es la presentación que hace el escribano real Alfonso de Alcaraz al comienzo de
la visita a la Encomienda de Segura:
El
noble y virtuoso caballero Rodrigo Dávalos, comendador de Montealegre y el venerable Pedro de Morales, cura de
Valdiacete, capellán del Rey y de la Reina, nuestros señores, visitadores y
reformadores en la provincia y Reino de Murcia con el Val de Segura, elegidos y
nombrados por los muy altos y muy poderosos el Rey don Fernando y la Reina doña
Ysabel, nuestros señores, en el Capítulo General que sus altezas mandaron
celebrar este dicho presente año, en la villa de Alcalá de Henares, como
administradores perpetuos de la Orden de la Caballería de Santiago, con los muy
nobles y magníficos señores priores de Uclés y de San Marcos de León y
comendadores mayores y treces y otros comendadores de la dicha Orden para las
cosas de yuso contenidas declaradas en los poderes de sus altezas y en presencia
de mí Alfonso de Alcaraz, escribano
de cámara del Rey y de la Reyna, nuestros señores, y su notario público en la
su corte y en todos los sus reinos y señoríos.
- Reunión en el porche de la puerta de la
iglesia.
Los
visitadores se juntaron en el porche de la iglesia, según lo tienen por uso y
costumbre, con:
Alcalde
Ordinario: Gonzalo Martínez de los Albares
Regidores:
Gonzalo de Avilés, Alonso López
Procurador
del Concejo: Alonso de la Muela
Cura:
Gonzalo Martínez fraile de la Orden de Santiago.
Y
otros vecinos de villa Rodrigo:
Pregonero:
Juan Martínez
Sacristán:
Pedro Sabuco
Mayordomo
de la iglesia: Bartolomé Sánchez.
Mayordomo
de la ermita de Albanchez: Juan Rubio de Cotillas.
Madre
del convento de Santa Ana: Teresa de la Cámara.
Vecinos:
Diego Mejía, Juan de Avilés, Diego de Villalta, Pedro Sauco, Juan Alcaraz, Juan
Rubio de Cotillas, Pedro García de las Palomas.
- Presentación de la carta de comisión,
obediencia y pregón
Los dichos visitadores hicieron
presentación del poder y comisión de sus altezas, la cual por mí el dicho
escribano (Alfonso de Alcaraz) fue leída. Y luego los dichos oficiales le
obedecieron con aquella reverencia que debían (los dichos oficiales la tomaron
en sus manos y la besaron y pusieron encima de sus cabezas con aquel acatamiento
que debían y dijeron que la obedecían y obedecieron como a carta de su rey y
reina) y en cuanto al cumplimiento, que
estaban prestos de cumplirlo en todo y por todo según que en ella se contiene,
y los dichos visitadores dijeron que lo pedían por testimonio de que fueron
testigos presentes Diego Mejía y Juan de Avilés y Diego de Villalta, vecinos
del dicho lugar villa Rodrigo.

Y luego los dichos visitadores
mandaron al dicho escribano hiciese pregonar en la plaza y en los otros lugares
acostumbrados si había algunas personas que tuviesen queja del comendador (don
Pedro Portocarrero) o de sus alcaides o mayordomos o mamposteros o de otros
algunos de los suyos que hubiesen hecho sin razón o sin justicia alguna, que lo
vengan a denunciar ante ellos y que les sería hecho cumplimiento de justicia.
Y asimismo si había algunas
personas que tuviesen censo sobre algunas heredades que paguen a la dicha
Orden, que vengan a mostrar los títulos que de ellos tienen dentro de tercero
día y que no mostrándolos, adjudicarían las tales heredades a la dicha Orden,
el dicho término pasado.
Lo cual todo que dicho es, luego
fue pregonado por Juan Martínez, pregonero, en la plaza del dicho lugar y por
las calles más públicas de él, de que fueron testigos presentes Pedro Sauco y
Juan de Avilés y Diego de Villalta, vecinos del dicho lugar villa Rodrigo.
- Iglesia
La
iglesia está bajo la advocación de San Bartolomé. Es de tres naves sobre arcos
de calicanto, enlucidos de yeso y cubierta de madera de pino acepillada. Tiene
un porche en la entrada donde se solían hacer las reuniones de vecinos. También
tiene su campanario con tres campanas. Es la única iglesia de la Encomienda de
Segura que tiene tres naves sobre arcos de calicanto, la de Segura de la Sierra
también tiene tres naves pero sobre pilares de ladrillo.
El
altar mayor tiene su sagrario y ara, y una imagen de la Virgen, un crucifijo y
la imagen de San Bartolomé. Hay otros dos altares, uno con la imagen de San
Sebastián y el otro con las imágenes de Santa Catalina y San Bernabé. Todas
estas imágenes y otras posteriores quedarían calcinadas en el gran incendio de
principios del siglo XVII en que solo se salvó el campanario y su archivo.
La
iglesia tiene un coro o tribuna con unos órganos. Aparece en la iglesia la
primera capellanía fundada por el vecino cuantioso Juan Rubio del Recuero, que
tenía su capilla en la iglesia y los visitadores le obligaron a dotarla
mediante la hipoteca de una viña del fundador.
La
iglesia tenía uno de los arcos quebrado y los visitadores mandan al mayordomo
Bartolomé Sánchez que lo repare.
En
esta visita los visitadores le abren un expediente, al cura Gonzalo Martínez,
por amancebamiento.
Los
visitadores notifican un mandamiento al Cura y al Concejo para que el
arzobispado de Toledo no se entrometa a tomar las cuentas de la iglesia y las
de las ermitas.
Había
muchas sepulturas dentro de la iglesia que eran de tierra. Los visitadores
mandaron a sus propietarios que enluciesen de yeso las sepulturas. En esta
época los enterramientos se hacían dentro de la iglesia, en lo que hoy serían
los jardines y en las inmediaciones del campanario.
- La Torre
El
Concejo muestra un privilegio por el cual la fortaleza es de su propiedad. Es
de calicanto con dos bóvedas, una encima de otra y en lo alto su pretil y almenas.
El tejado estaba bien reparado y tenía buenas puertas. Los visitadores mandan
reparar algunas almenas que habían sido mal reparadas.
Esta
torre no es de la encomienda como el resto de las fortificaciones, es propiedad
del Concejo de Villarrodrigo por un privilegio, que mostraron a los
visitadores, del Maestre de Santiago Don Fernando Osorez (1.371-1.382) porque
el propio Concejo la había reedificado de nuevo. En la visita de 1.507 el
concejo mostró a los visitadores otro privilegio de donación de la torre por el
Maestre Don Vasco Rodríguez de Coronado fechado en el año 1.325.
Como
la fortaleza no era propiedad de la Encomienda no se hacía el “pleito homenaje”
correspondiente de toma de posesión por los visitadores que se hacía en el
resto de las fortalezas de la Encomienda.
-Diezmos de las tierras en el Campo de
Montiel.
Seguía
el litigio de a quién pagar los diezmos de los agricultores de Villarrodrigo
que cultivaban tierras más allá del río Guadarmena, en el Campo de Montiel que
pertenecían a la Mesa Maestral. Estas tierras pertenecían al Maestre que en
este momento son sus altezas los Reyes Católicos. Los diezmos de los vecinos de
Villarrodrigo tienen que pagarlos al Comendador de Segura pero las tierras que
cultivan están dentro de la Mesa Maestral y tendrían que pagarlos al Maestre
(los Reyes Católicos son los Maestres). La sentencia del Consejo Real es que
los vecinos de Albaladejo de los Fraile y Villarrodrigo paguen los diezmos de
esas tierras al Comendador de Segura, don Pedro Portocarrero, como ha sido
siempre, y no a la Mesa Maestral.
Cuando
en otros documentos los vecinos de Villarrodrigo manifiestan que la producción
de trigo y vid no es suficiente y tienen que traerlo del Campo de Montiel, por
esta visita nos enteramos que no iban a comprarlo sino que tenían propiedades
al otro lado del río Guadalmena a donde se desplazaban a cultivar y recoger las
cosechas.
- Convento de franciscanas de Santa Ana.
Había
un monasterio-convento franciscano de Santa Ana, con licencia del
Maestre don Alonso de Cárdenas, en el que existían dos beatas en el oratorio,
siendo la madre superiora Teresa de la Cámara. El convento se componía de una
pequeña iglesia toda blanqueada y cubierta de madera de pino acepillada. Tiene
un altar mayor con una red de madera por delante, en el que había un retablo de
pincel nuevo con la invocación de Santa Ana, y al final de la iglesia un coro.
Por
una puerta de la iglesia se entraba a las estancias del convento. En medio del
claustro hay un jardín con unos árboles, parras y un pozo. Desde el jardín se
entra por una puerta al refectorio (comedor) con sus mesas. Al final del
comedor hay una estancia que hace de despensa. Desde el jardín hay otra puerta
que entra a otra casa vieja que tiene una cueva y un jaraíz con su pilón. Más
adelante hay otra casa con una cocina con su chimenea. Junto a esta casa hay un
establo y una leñera. En la primera planta del claustro hay unos correderos
desde donde se entra a los dormitorios de las religiosas.
La
madre superiora Teresa de la Cámara hizo ante los visitadores el reconocimiento
que mandaba el mandamiento de comisión de los Reyes Católicos. La cual dijo que
otorgaba y conocía que tenía el dicho monasterio por la Orden de Santiago y que
le dejará libre y desembargado cada y cuando le fuere mandado por sus altezas
como administradores perpetuos de la dicha Orden y que no alegará sobre ello
posesión ni prescripción, ni impetrará bulas apostólicas, ella ni otra por
ella, ni por el dicho monasterio, ni usará de ellas si las tiene ganadas en
perjuicio y jurisdicción de la dicha Orden de Santiago.
En
este monasterio no se decía misa por falta de clérigo, los visitadores mandan
al cura de la iglesia, Gonzalo Martínez, que diga misa en la iglesia del
monasterio una vez al mes y los días de San Francisco, Santa Ana y el día de la
Magdalena.
- Hornos de pan.
Había
dos hornos de pan que eran propiedad de la Encomienda de Santiago que eran muy
buenos y bien reparados.
Los
hornos de pan (el de arriba y el de abajo) estaban en la fortaleza junto a las
paredes del cortijo y con puertas al patio interior.
- Ermita de Santa María de Albanchez. (Piedras
de la Ermita).
Los
visitadores subieron hasta la ermita que se llamaba de Santa María de
Albanchez. La ermita estaba como a media legua en un monte alto a manera de
fortaleza. Es de una nave, tiene las paredes de cal y canto y en la puerta de
entrada un postal. La nave y el portal están cubiertas de madera tosca (sin
cepillar). Tenía una campana pequeña.
En
el altar mayor está una imagen de nuestra Señora de bulto y vestida con una
cenefa con su cabezón de oro y dos briales, uno verde y otro morado. Delante
del altar había una red de madera.
Los
visitadores hicieron inventario de los bienes de la ermita con el mayordomo
Juan Rubio de Cotillas. Entre los bienes aparecen pies de olivas en diferentes
sitios.
Los
visitadores tomaron las cuentas a su mayordomo Juan Rubio de Cotillas. Hallaron
por información los visitadores que el dicho Juan Rubio de Cotillas es buen
hombre y de buena conciencia y tiene devoción a la dicha ermita, los dichos
visitadores le dejaron la dicha mayordomía. Tanta devoción tenía a la Virgen de
Albanchez que estuvo de mayordomo casi treinta años.
- Ermita de San Sebastián (El Santo)
Los
visitadores fueron a la ermita de San Sebastián que era de tapias y cubierta de
buena madera, estaba mal reparada y parecía que la iglesia quería caerse.
Tenía
un altar con las imágenes de San Sebastián y San Antón y una pintura con la
historia de Santiago. No tenía ni rentas, ni mayordomo y los visitadores
encomendaron al Concejo que la repare y provea para que no se caiga.
- El hospital
En
la visita anterior ya aparecía una nueva institución creada por el concejo: el
Hospital. Institución que ya poseía Siles y que posteriormente se extenderían a
otras villas y lugares. Consistía en una casa con habitaciones con camas y
cocina para dar asilo y alimento principalmente a pobres y también a clérigos y
peregrinos de paso por el lugar. La institución acababa de crearse por el
concejo y no tenía rentas y estaba muy poco equipado. En esta visita el concejo
se compromete a restaurarlo y equiparlo. En la visita de 1536 tenía un piso más
con habitaciones separadas para pobres y clérigos, estaba totalmente equipado
de mobiliario, ropas y cocina, y había nombrado un hospitalero que hacía de
mayordomo y vivía en la propia casa. Se financiaba principalmente de las
limosnas y de las rentas que ya poseía. Su ubicación más probable estaría en
las inmediaciones de lo que conocemos popularmente como calle Hospital (aunque
no tenga ese nombre) al final de la calle Real (entre la placeta de la Serafina
y la carretera de Onsares).

- Población
Respecto a
visitas anteriores, han disminuido los cuantiosos y han disminuido los
habitantes (de 310 a 249), pero sigue siendo el lugar más poblado de la
Encomienda con 249 vecinos (Siles 195, Segura 140, Orcera 114, Torres de
Albanchez 110, Benatae 100, Génave 95, Hornos 72, Catena 48 y La Puerta 30).
- Cuantiosos
Los
vecinos cuantiosos o caballeros de cuantía (los ricos que tenían propiedades
por encima de un determinado valor o cuantía) eran:
Juan
Rubio del Recuero cuantioso.
Juan
Gutiérrez cuantioso 1 lanza.
Gonzalo
Martínez de los Alvares cuantioso.
Juan
Rubio de las Eras cuantioso.
Antón
Serrano cuantioso.
Juan
de Avilés cuantioso.
García
López cuantioso.
Alonso
López regidor cuantioso.
Diego
López de Siles cuantioso.
Juan
Rubio de Siles cuantioso.
Alonso
Muñoz cuantioso.
Ruy
Sánchez de la Calzada cuantioso.
Pedro
Sánchez Ballestero cuantioso.
Gonzalo
Sánchez cuantioso.
Los
cuantiosos que no tenían caballo eran Juan Rubio del Recuero, Gonzalo Sánchez, Gonzalo Martínez, Juan
Gutiérrez, Ruy Sánchez de la Calzada y Juan Rubio de las Eras. Los visitadores
les mandan cumplir con esa obligación antes del día de San Juan del año
siguiente.
Nos
encontramos con el cuantioso Pedro Sánchez Ballesteros que posiblemente sea el
capitán comunero de la Germanía de Villarrodrigo que fue hecho prisionero por
Pero Bellón, capitán de Segura de la Sierra, y ahorcado en esta villa..
- Rentas de la Encomienda.
Las
rentas que tenía el Comendador en Villa Rodrigo en el año 1498 son las
siguientes:
En
dineros: cincuenta y tres mil maravedíes. (53.000.-).
Trigo:
doscientos cincuenta y una fanegas y seis celemines.
Cebada:
ciento setenta y una fanegas y diez celemines.
Centeno:
quince fanegas.
Escaña:
siete fanegas y dos celemines.